domingo, 6 de noviembre de 2011

Lo que hay y sería bueno potenciar



Dos colores han llegado hasta ahora a  La Terraza: ocre y rosado, dos colores borgianos, para alegría de sus devotos:  al primero pudo seguir percibiéndolo a pesar de la ceguera, mientras que con el otro le daba nombre a un cuento. Algo de esa esquina queda en la pared. Sobre ella un mandala que se contrapone con unas siluetas cotidianas abriendo el relato de lo cotidiano en lo cuántico.
En una esquina diagonalmente opuesta, la presencia de Ganesha augura un mínimo básico de respeto a la espiritualidad que allí tenga lugar. 
Ocre y rosado configuran la paleta dominante, sin connotaciones deportivas o partidarias, los tonos pastel ya pertenecen a esa terraza. Mandala y Ganesha, dos aciertos que colaboran a su carácter.
El contrapunto frío está en el azul que rodea a Ganesha. Podría ser utilizado para completar la paleta en algún otro lugar. Es el azul "cielo de Figari".

Veo un primer problema: el piso. Es un embaldosado pintado de verde, un color que quizá esté intentando acercar una sensación de césped pero sin llegar a su cometido. Las baldozas originalmente serían mas adecuadas, seguramente de alguno de esos colores con los que se mantenía su naturaleza pétrea- La pintura en baldozas nunca resulta convincente transmiten algo de "último recurso" ante una posible desición entre mejorar una superficie demasiado dañada y la imposibilidad de hacer el recambio de revestimiento correspondiente, sea por difciultad económica o por pocas ganas de soportar una obra de varios días. 
Pintarlas es una solución rápida y económica pero no superadora.
Pienso cómo hacer posible que esta sensación sea mejorada. Pensando en lo mas sencillo recurro a un diseño lineal básico y un material similar para multiplicarlo hasta darle carácter. Me imagino una pintura como la de las sendas peatonales para un círculo con un triángulo implicado en él. Apenas un sencillo esquema. El desafío es integrarlo sin que quede suelto, como un sello aplicado a la superficie del suelo. Por ahora hay un esquema. Nada de decoración innecesaria  ni nada que lo enriquezca, Apenas una demarcación de pista de aterrizaje energético. Veremos que va pasando. Cómo incorporarle algo mas, lo mínimo para integrarlo.

La luz predeterminada no está mal ni en calidad ni en cantidad de artefactos. Con lo que hay, reubicándolo, puede mejorar. Durante el día la luz es la Luz. A la noche, debería ser la que evoque un fuego controlado y acogedor, o la tenue luz lunar. Imagino agregar solamente la luz esférica  entre las ramas del Paraíso como una luna que bajó a orbitar al círculo, que lo ilumine desde dentro. El dasafío de este objeto es poder resolverlo con un material económico y  liviano, con un finish pasable. La  primer idea que se me ocurre es la de la técnica del globo inflado que se recubre con una milhoja de papel vegetal y cola vinílica y que se deja secar para quitarle el globo y completar con una lámpara. Debo averiguar cual es el mejor material sintético para recubrirla y que soporte intemperie: barniz, laca, resina?
También mejorará la luz un lugar claro y a baja altura, quizá en una esquina hacia el centro y con un filtro de color.
Otro objeto que hay que trabajar aún es un aplique semitapado por un papel amarillo que no termina de ser un objeto nuevo, sino que parece un objeto que se incompletó por alguna razón y deja ver que el truco para tapar un viejo  farolito de campo. Hay una lámpara china de papel en una de las habitaciones de la casa que fue resignificada por unas simples hojas secas con la misma técnica  que los niños hacen collage en el jardín de infantes,  pero con una delicadeza que un infante no podría heber ejecutado, lo que la transforma en un claro y bello objeto, que por su fineza es contrapuesto en resultado al  farolito tapado con un papel. Hay que lograr algo equivalente con tal farolito, quizá quitándole el papel, o haciendo algo mejor con el papel. Ambos son dos buenos ejemplos de cómo en un mismo ámbito doméstico hay cosas que cierran y comunican claramente y espacios ú objetos baldíos a resolver.

Otras posibilidades de luz puede agregarse, según el evento: fanales en los rincones, luces chinas, habrá que pensarlo mejor. Me gustaría saber si las bombitas navideñas chinas se bancan la intemperie. Para tener a mano el recurso. Pienso de qué manera puede ser utilizado sin que connote directamente kermesse o fiesta navideña, sino que sugiera algo mas relacionado con algún ser mágico del paraíso. Un extraño vegetal lumínico? Combinándolo con algún modo de soporte novedoso? Quizá nada de esto. Ni de nada. En principio la esfera.
Y con respecto al centro del círculo, algún tipo de inclusión controlable de Fuego? Algún objeto simple que pueda ser contenedor para ocupar el centro en determinado momento. Seguro, por sobre todas las cosas. De combustión con cualquier material, o como una lámpara de aceite. Podía ser también algo que añada aroma cuando amerite la ocasión? I still d'ont know. El objeto sería conceptualmente una "salamandra abierta".

Quedan otros temas para pensar: qué hacer con el tanque de agua, que es un volumen importante gravitando molestamente a poca distancia de las cabezas humanas.. Sería mejor hacerlo mas liviano . Color claro, diseño vertical, quizá un remate loco arriba, algo así como el tótem, el mástil, el mojón, la torre, la bandera de ese espacio que incluye un árbol protagónico, un mandala y colores pastel?  Que será? Veré que hay allí mismo que sirva, o sirva para su construcción.  Sería bueno que indique "paraíso" de otra manera. Siquiera muy sutilmente.

Lo mismo con la reja tremebunda que hay que superar transformándola en soporte de otra cosa. La enredadera es lo primero en que pensé, corroborado luego por una de las chicas del Trío de Voces, que añadió que funcionaría también como extensión del árbol sobre la pared. pero me plantea nuevos problemas: cuánto tarda en constituirse como tal, en echar raíces, crecer y cubrirla con un mínimo grosor? Es posible mientras tanto pensar una idea que luego sea suplantada, o que lo vaya siendo  a medida que la enredadera aumenta su presencia? Alguna otra solución? Dejar la reja y esperar?  Lo que sí tengo claro es que la reja es un objeto muy feo.

Quiero hacer un relevamiento fotográfico en la semana. Tomar algunas medidas.

Hasta donde pude bocetar hoy, veo que  hay un mundo figariano a ser explotado para conferirle al espacio el toque "local" justo que merece. En estos tiempos en los que se ejerce el recordatorio sobre todo aquello  calificable de "local"-  "Nuestro dulce de leche", "Cine Argentino", etc, etc- no deja de ser mera redundancia, es decir, alarde y multiplicación de una obviedad que no es necesario recordar, quizá porque ya es fatalmente  todo aquello factible de padecer el etiquetamiento de su cualidad "local". Sería imposible que no lo sea, así como adjetivar de"mojada" cada vez que se pronuncie la voz "agua". Redundar para algo que no podría no ser "mojada". Mera pólvora ya utilizada. Toda redundancia no es mas que una pérdida de energía.
Volviendo al espacio, sé que hay un punto justo donde lo "local" pueda ser expresado pero sin necesidad de brillar:  los Malvones son parte- sino la totalidad- de ese acento. Su jerarquización estará directamente en la narración del espacio.  El lugar donde sea ineludible percibirlo, pero sin otro destaque que su función dramática del espacio. Convertir los dos o tres Malvones en  "próceres vegetales". Merecen un pedestal. La entidad superior es el Paraíso. Y el con azul cielo del Doctor Figari. Un sutil recordatorio de que la Pampa no es nacional, sino regional, "rioplatense" podría decirse. Como el Tango.

La idea es que en los días próximos todo esto que pienso hoy vaya siguiendo su curso, incorporando  modificaciones y mejoras para hacer una intervención precisa a la hora de reconfigurar el espacio que para el blog denomino "Paraíso de la Terraza", "Paraíso do Terraço" "Roof`s Paradise".
Es decir, la imagen bocetada que se ve hoy no es necesariamente definitiva, es un "work in progress" de la fecha.

Ideas y opiniones serán bienvenidas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario